Una ecografía de tiroides es un exámen médico no invasivo que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes detalladas de la glándula tiroides y las estructuras circundantes en el cuello. Este procedimiento es útil para evaluar el tamaño, la forma, la textura y la posición de la tiroides, así como para detectar la presencia de nódulos, quistes u otras anormalidades.
Durante la ecografía de tiroides, un técnico especializado aplica un gel conductor sobre la piel del cuello y luego desliza un transductor de ultrasonido sobre el área. El transductor emite ondas sonoras que rebotan en las estructuras internas de la tiroides y son captadas por el equipo de ultrasonido, creando imágenes en tiempo real en una pantalla.
Este tipo de exámen es muy útil para complementar otros estudios como análisis de sangre y otras pruebas de imagen, ayudando a los médicos a diagnosticar diversas condiciones de la tiroides, como el bocio, la tiroiditis, los nódulos tiroideos, y en algunos casos, el cáncer de tiroides.